martes, 24 de marzo de 2015

José experimentó doce pasos de la providencia que lo llevaron a ser Primer Ministro de Egipto. Si uno hubiera fallado, entonces la historia habría terminado en una forma distinta

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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El cuidado especial de Dios para su pueblo
 


Cristo es tanto cabeza de su pueblo, como gobernador del mundo entero. Controla los eventos en el mundo para el máximo beneficio de su Iglesia. Mi propósito en esta parte no es el de tratar con aquellos que no creen en Dios. Quiero convencer a todos los que dicen que Dios existe, que las obras especiales de su providencia no son meros accidentes. Hay muchas personas que se identifican como creyentes, que consideran las cosas que ocurren en sus vidas como si solo fueran eventos naturales. Piensan que los asuntos de este mundo y de los hijos de Dios no son gobernados por la providencia, sino por causas naturales. ¡Esto significa vivir como si Dios no existiera! Los que piensen de este manera deben considerar las siguientes preguntas:


  1. ¿Cómo es entonces que en tantas ocasiones, el pueblo de Dios ha sido rescatado del peligro y del mal, por un poder superior al poder de la naturaleza, y aún frecuentemente en una forma contraria al curso normal de la naturaleza?

El agua inunda y ahoga a todo lo que pueda, pero el mar rojo fue dividido y un muro de agua se formó a cada lado para que el pueblo de Israel pasara sano y salvo por en medio. El fuego quema hasta lo máximo de su poder, pero cuando Nabucodonosor, el Rey de Babilonia, echó a los tres judíos piadosos al horno de fuego, la intensa llama no tuvo poder para dañar ni siquiera un cabello de sus cabezas, pero al mismo tiempo mató a quienes les habían echado al fuego. Es natural que las bestias salvajes y hambrientas maten y coman a los hombres, pero aquellas que se encontraban en el foso donde Daniel fue puesto, pasaron toda la noche sin dañarle.


  2. Si no son ordenadas por una providencia especial ¿Cómo es que las causas naturales trabajan juntas, de una forma tan extraña, para el beneficio de los creyentes?

En la historia de José hay doce pasos de la providencia a través de los cuales llegó a ser Primer Ministro de Egipto. Si uno solo de ellos hubiera fallado, entonces la historia habría terminado en una forma distinta. En tiempos de Esther, hubo siete actos de la providencia, los cuales se combinaron para producir la caída de Amán y salvar a los judíos de la destrucción. Dios es capaz de hacer diferentes cosas para cuidar a su pueblo, tal como un trabajador usa toda clase de herramientas en su trabajo. En la misma forma que un artesano toma un trozo de madera rústica y la convierte en una obra de arte, de igual manera las manos más dotadas usan las herramientas en el taller de la providencia.


  3. Si los asuntos del pueblo de Dios no son gobernados por una providencia especial, ¿Cómo es que los medios más poderosos y astutos empleados para su destrucción no tienen efecto, y los medios más débiles e insignificantes empleados para su protección tienen éxito?

Tal fue el gran poder y habilidad usados por faraón en su intento para destruir al pueblo de Israel, que parecería a la razón natural que sería imposible escapar. Los emperadores romanos quienes conquistaron el mundo usaron todo su poder contra la pobre e indefensa Iglesia, ¡Pero la Iglesia sobrevivió! Si la mitad de ese poder hubiera sido empleado contra cualquier otro pueblo, ciertamente lo habría destruido por completo. Dios hizo buenas sus promesas: “Destruiré a todas las naciones … pero a tí no te destruiré.” (Jer. 30:11) “Ningún arma forjada contra tí prosperará …”(Isa. 54:17).
Por otro lado, cuán débiles e inseguros medios fueron escogidos para plantar el cristianismo en el mundo. Cristo no escogió a hombres de autoridad en las cortes de los reyes, sino doce hombres comúnes siendo pescadores los principales entre ellos. Estos fueron enviados no juntos, sino unos a un país y algunos a otro; y no obstante en un corto período de tiempo el evangelio se esparció e iglesias fueron plantadas en los diferentes reinos del mundo. Desde aquel entonces hasta el día de hoy, una providencia especial ha guardado a los creyentes en tiempos de peligro y ha prevenido todos los intentos para destruirles.


  4. Si todas las cosas son gobernadas por causas naturales ¿Cómo es que los hombres fueron convertidos del mal camino en el cual corrían a toda velocidad?

Pablo iba camino a Damasco para matar a los creyentes cuando de repente fue tumbado por una luz del cielo. Fue convertido de su mal propósito y posteriormente hecho apóstol de Jesucristo (Hech. 9:1–18). Más tarde, los judíos planeaban matarlo cuando fuera llevado prisionero de Cesarea a Jerusalén. El gobernante Festo (aunque no sabía del complot) decidió juzgar a Pablo en Cesarea y no en Jerusalén, así deshizo sus planes (Hech. 25:1–4).
Agustín, un líder en el cristianismo de la iglesia primitiva, se dirigía a cierto pueblo para enseñar y un guía le acompañaba para mostrarle el camino. El guía se perdió y sin embargo, llegaron sanos y seguros a su destino por otro camino. Después descubrieron que habían escapado de la muerte a manos de sus enemigos quienes le esperaban en el camino normal. ¿Quién puede dejar de ver el dedo de Dios en estas cosas?


  5. Si no hay una providencia dominante ordenando todas las cosas para el bien de su pueblo, ¿Cómo es que el bien o mal que les es hecho en este mundo es retornado a quienes traen el bien o el mal sobre ellos?

Cuando faraón ordenó matar a todos los niños recién nacidos de Israel, las parteras de ellos rehusaron obedecer su mandato. Por esto, Dios les trató bien a ellas (Ex. 1:21). Rahab ocultó a los espías enviados a Jericó, y fue salvada cuando toda la gente de la ciudad fue destruida (Jos. 6:25). La mujer sunamita fue bondadosa para con el profeta Eliseo proporcionándole un cuarto para su hospedaje y Dios le bendijo con un hijo. (2 Rey. 4:9–17) Publio, el principal de la isla de Melita, dio hospedaje a Pablo después del naufragio y el Señor de inmediato le devolvió el pago sanando a su padre de una enfermedad. (Hech. 28:7–8)
En la misma manera, los males hechos contra el pueblo de Dios han sido devueltos a sus enemigos. Como ya hemos visto, fue el propósito de faraón destruir a los hijos inocentes del pueblo de Israel. Dios le pagó su mal, matando a todos los primogénitos de Egipto en una sola noche. (Ex. 12:29) Amán hizo una gran horca para colgar a Mardoqueo, pero Dios ordenó que Amán y sus diez hijos fueran colgados en ella. (Est. 7:10) Ahitofel hizo un complot contra el rey David y dio su consejo para derrocar a David. Este mismo consejo provocó su propia ruina. (2 Sam. 17:23)
Después de que el cruel emperador Maximus ordenó la completa abolición de la religión cristiana, fue echado a la cama por una terrible enfermedad como Herodes en los días de los apóstoles (Hech. 12:23). Algunas veces el pago del mal ha sido muy exacto. Cuando Nabot fue muerto, a Acab le fue dicho: “En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, la tuya misma.” Y eso fue exactamente lo que pasó. (1 Rey. 21:19 y 22:38)
Entonces, Las Escrituras son hechas buenas por la providencia. “El que cava foso caerá en El; y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá.” (Prov. 26:27) “Con la misma medida que medís, os volverán a medir.” (Mat. 7:2)


  6. Si todas estas cosas son meros accidentes ¿Cómo es que concuerdan tan exactamente con Las Escrituras en todos los detalles?

¿Suspende Dios milagrosamente el poder de las causas naturales? Esto no es ningún accidente, sino que es conforme a la Palabra:“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en tí.” (Isa. 43:2) ¿Obran las causas naturales para el beneficio del pueblo de Dios? Esto está de acuerdo con la Escritura: “Todo es vuestro … y vosotros de Cristo.” (1 Cor. 3:21–23)
Cuando la providencia guarda a los hombres buenos de caer en el mal, o detiene a los malos de hacer el mal, la verdad y la certeza de las siguientes escrituras quedan verdaderamente manifiestas: “el hombre no es el señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.”(Jer. 10:23) “El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos.” (Prov. 16:9) Cuando las cosas malas que los hombres han hecho, se vuelven en su contra, entonces se manifiesta la verdad del Salmo 9:16 “En la obra de sus manos fue enlazado el malo.” Ciro, cabeza del imperio Persa, dejó libre al pueblo de Dios porque la Escritura decía que debía hacerlo, aunque fue en contra de sus propios intereses (Isa. 45:13). Toda la gente en el mundo siempre cumple los propósitos de Dios, aún cuando no quieran hacerlo.


  7. Si todas estas cosas suceden por casualidad, ¿Cómo es que ocurren exactamente en el tiempo oportuno?

El antiguo testamento está lleno de ejemplos de tales sucesos. A Agar le fue dicho del pozo de agua cuando pensaba que su hijo Ismael iba a morir de sed. (Gen. 21:16 y 19) El ángel llamó a Abraham y le mostró un carnero para el holócausto justamente cuando estaba a punto de matar a su hijo Isaac. (Gen. 22:10–14) Al rey Saúl le fue dicho: “los filisteos han hecho una invasión al país” justamente cuando estaba a punto de prender a David y matarlo. (1 Sam. 23:27) Noticias de un ataque de otra dirección provocaron al ejército asirio su retiro de Jerusalén, justamente cuando se aprestaban a avanzar contra la ciudad. (Isa. 37:7–8) Cuando el complot de Amán contra los judíos estaba listo para ponerse en acción, “aquella noche se le fue el sueño al Rey.” (Est. 6:1) Muchas cosas similares que ocurrieron al pueblo de Dios en años posteriores, pudieran ser citadas como más evidencias, de la manera muy exacta en que la providencia obra a favor de ellos.


  8. Si estas cosas son meramente accidentales, enteonces ¿Cómo es que suceden en relación con las oraciones de los creyentes quienes saben que han recibido respuestas muy claras a las peticiones particulares que han hecho? (1 Jn. 5:15)

El siervo de Abraham oró por encontrar una esposa para Isaac. Su oración fue contestada exactamente en conformidad con las palabras que él usó. (Gen. 24:14 y 46) Los hijos de Israel clamaron al Señor cuando faraón y los egipcios los perseguían, y el mar Rojo se dividió enfrente de ellos. (Ex. 14:10) El rey Asa se enfrentó con un numeroso ejercito mucho más grande que el suyo y clamó al Señor su Dios. El dijo: “Oh Jehová, para tí no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas. Ayúdanos, Oh Jehová Dios nuestro, porque en tí nos apoyamos y en tu nombre venimos contra este ejercito.” (2 Cron. 14:11) Cuando Pedro fue encarcelado, la Iglesia oró de día y de noche por él. Vea como sus oraciones fueron contestadas en Hechos 12:1–12.
¿Quién puede decir que las providencias de Dios no enseñan que El es un Dios que escucha y contesta las oraciones? “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con El.” (2 Cron. 16:9).

 
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