viernes, 3 de agosto de 2012

Estudios Ministeriales: Colosenses - Parte IV


biblias y miles de comentarios
II. LA PREEMINENCIA DE CRISTO EN LA CREACIÓN Y EN LA IGLESIA (1:15-23).
A. Resumen de Relaciones que indican la preeminencia de Cristo (1:15-29).
1. La relación de Cristo con Dios: LA IMAGEN (1:15 compare 1:19; 2:9).
2. La relación de Cristo con el universo: EL PRIMOGÉNITO (1:15-17).
a. La base de la creación - "en él".
b. El Creador - "por medio de él".
c. El propósito de la creación - "para él".
d. Preeminente y existió antes de la creación - "antes".
e. El Sustentor de la creación - "en él subsisten".
3. La relación de Cristo con la iglesia: LA CABEZA (1:18-20).
a. Su Jefe.
b. Su Sustentor.
c. Su Salvador.
4. La relación de Cristo con el cristiano (1:21-29)
a. Su Reconciliador.
b. Su Esperanza.
c. Su Revelación y Sabiduría.
d. Su Perfección.
5. Preeminente en TODO (1:18).

B. Pablo trata de destruir la base de la herejía que se presentaba en la iglesia en Colosas poniendo un fundamento firme: LA ROCA QUE ES CRISTO (vea ICorintios 3:11). La personalidad de Jesucristo es tan maravillosa que una vezapreciándola, nada hay que pueda destruir su fe y los que sobre ella están fundados permanecerán firmes a pesar de las tempestades que puedan surgir (Mateo 7:24-27). Este es uno de los pasajes que nos señalan con toda claridad la doctrina en cuanto a Cristo como el Hijo de Dios. Pablo combate el error con la verdad.

C. La relación de Cristo con Dios (1:15).
1. Jesucristo es "la imagen del Dios invisible". Dios es Espíritu (Juan 4:24).
No tiene forma visible para los ojos humanos (vea Juan 1:18; 6:46; I Timoteo 6:16; I Juan 4:12). Cristo es esta forma visible de Dios. La palabra "imagen" significa una representación EXACTA. Una manifestación VERAZ. Cristo es la manifestación exacta y veraz de la persona de Dios. Compare II Corintios 4:4; Hebreos 1:3). Dios es invisible a menos que sea revelado en Cristo. En Cristo vemos a Dios viviendo la vida humana (vea de nuevo Juan 1:18). Cuando observamos la personalidad, el poder, las actitudes, el amor, la paciencia, la santidad y todo el carácter de Jesucristo, estamos observando a Dios (lea Juan 14:7-9).
2. La imagen no es meramente una sombra de lo verdadero (lea Hebreos 10:1); es la representación visible en forma exacta de lo que es el Dios que no podemos ver de otra manera.
3. El hombre fue creado "a imagen de Dios"; Cristo es la imagen de Dios; el cristiano es transformado en la imagen de Dios (II Corintios 3:18).
4. Para los "gnósticos" Cristo no fue más que uno de los intermediarios entre Dios y los hombres. Lo consideraban INFERIOR a Dios. Por otro lado decían que si fuera divino no podría tener un cuerpo material y no podría crear al mundo. Pero Pablo afirma que Cristo es DIOS en su propia esencia (vea Juan 20:28) y que es a la vez el Creador de todo. No es fantasma sino una representación visible en la carne del Dios invisible.

D. La relación de Cristo con el universo (1:15-17).
1. Cristo es "el primogénito de toda creación".
a. Es un título de rango y honor superior.
b. En Salmos 89:27 David es considerado por Dios como "primogénito". No fue el primogénito en su familia; es decir que no fue el primer hijo nacido en su familia. Tampoco fue el primer rey de Israel (Saúl fue el primero). Ciertamente no fue el primer rey en la tierra. ¿En qué sentido lo consideró como primogénito?
La segunda frase del versículo lo explica: "El más excelso de los reyes de la tierra". David en su tiempo fue el PRIMERO entre los reyes de la tierra o sea el MAS EXCELSO. Claramente no se trata de primero con respecto a TIEMPO sino a RANGO, HONOR,
GLORIA Y AUTORIDAD.
c. La nación de Israel es llamada "primogénito" aunque no fue la primera nación con respecto a tiempo sino que fue escogida por Dios para un puesto especial de honor y preeminencia entre las
naciones (Éxodo 4:22).
d. Jacob no nació primero pero se apoderó de la primogenitura en su familia, recibiendo así la mayor bendición y el puesto de honor y autoridad en la familia (Génesis 27:36).
e. Así que cuando la Biblia nos dice que Jesucristo es el "primogénito de toda creación", NO QUIERE DECIR que Él sea la primera cosa que Dios creó. Sencillamente está señalando Su autoridad sobre la creación - sobre TODA creación.
f. La explicación más clara y acertada sobre el significado de la frase "primogénito de toda creación" se encuentra en el versículo que sigue: Colosenses 1:16. ¿Por qué es Cristo "el primogénito de toda creación?” El texto dice: "PORQUE en él fueron creadas todas las cosas.... todo fue creado por medio de él y para él"
(Colosenses 1:16). NO ES porque fuera la primera cosa creada SINO PORQUE ÉL creó TODAS LAS COSAS. ES EL CREADOR. Por tanto, tiene potestad y preeminencia sobre toda la creación. Compare Juan 1:1-3; Hebreos 1:8-12.
2. Cristo creó TODAS las cosas.
a. En forma completamente deshonesta la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras AÑADE dos palabras que no aparecen en ningún manuscrito: "las OTRAS". En dicha versión Colosenses 1:16 dice literalmente: "porque por medio de él todas (las otras) cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra las
cosas visibles y las cosas invisibles, no importa que sean tronos, o señoríos, o gobiernos, o autoridades. Todas (las otras) cosas han sido creadas mediante él y para él." El MOTIVO de añadir las palabras "las otras" antes de "cosas" es para apoyar la FALSA teoría que enseña que Jesús es UNA de las cosas creadas en vez de ser CREADOR de todo. Dicen que Él fue creado primero por Dios y que luego Él creó todas LAS OTRAS cosas. Para evitar la clara enseñanza de este texto tuvieron que añadir palabras que le dan un significado completamente opuesto al que originalmente tuvo cuando el Espíritu Santo inspiró al apóstol Pablo a escribir estas palabras sobre la preeminencia de Cristo sobre la creación. Los gnósticos del tiempo de Pablo y los modernos encabezados por los "Testigos de Jehová" y su falsa traducción de la Biblia no entendían ni entienden la posición de Cristo con relación a la creación. No es parte de la creación. Es el Creador de todo lo que fue creado. Como enseña el apóstol Juan, tratándose de cosas que han sido hechas, es decir lo que no es eterno, sin principio y fin, Cristo las hizo todas (Juan 1:3). Él no es una de estas cosas que fueron hechas. Él las hizo todas.
3. Entre las cosas creadas se incluyen también las "invisibles" o sea el mundo espiritual de ángeles, aún aquellos que no guardaron su dignidad (Judas 6).
Los "principados" y "potestades" en otros textos claramente se refieren a seres espirituales, mayormente los demonios bajo el mando del diablo y la potestad de las tinieblas (Colosenses 1:13; 2:15; Efesios 6:11,12; 1:20,21).
Cristo no pertenece a la creación material ni a la espiritual tampoco. Es Creador de lo que vemos y de lo que no vemos.
4. Cristo es el fin o propósito de toda la creación y todo es "PARA EL". Compare Romanos 11:36; y especialmente Apocalipsis 5:11-14 donde tenemos una visión que nos revela que toda creación lo honra.
5. Cristo es eterno mientras la creación tiene un principio ("él es antes de todas las cosas" 1:17).
a. Antes que la primera cosa fuera creada, Cristo ya existía.
b. Vea Juan 1:1,2,10; Filipenses 2:5-7; Hebreos 1:8-12.
c. Dice que Cristo ES desde antes del principio de la creación, señalando su ETERNIDAD (compare Juan 8:58).
6. Cristo es El que sostiene o mantiene todas las cosas. Es el Sustentor de la creación ("todas las cosas en él subsisten"). 1:17 compare Hebreos 1:3. Ordena, dirige, coordina, sustenta y hace permanecer toda la creación. Todo depende de Él.
7. Puede considerarse el principio de Cristo desde al menos tres puntos de vista:
a. Su existencia eterna (Juan 1:1,2; 17:5).
b. El principio de su vida terrenal, cuando se hizo carne (Juan 1:14; Lucas 1:32). Pero este es el principio de Su existencia humana solamente.
c. Su confirmación como Hijo de Dios por la resurrección de los muertos (Hechos 13:33; Romanos 1:3,4; Apocalipsis 1:5).
8. La preeminencia de Cristo en la creación o sea el universo es de GRAN BENEFICIO PRACTICO PARA EL CRISTIANO. Su Señor, Salvador y Hermano Mayor es Jefe del mundo. Las fuerzas de la naturaleza están sujetas a Él. Aunque estén fuera de nuestro control, Él las tiene bien controladas y dominadas para el cumplimiento de Su propósito. Son PARA ÉL. La existencia del mundo no depende del capricho humano sino de la voluntad de Aquel en El Cual subsisten. Las riquezas materiales de este mundo están a Su disposición. Puede proveer para los Suyos de lo Suyo. Los tronos, si estos se refieren a gobiernos, (vea Romanos 13:1-6; Daniel 4:31-37) también dependen de Él. Él es Rey de reyes. Su reino es
más poderoso que los reinos de este mundo. Aún los poderes espirituales, el diablo y sus ángeles están bajo Su autoridad. ¡Cuanta seguridad y confianza es la del cristiano cuando entiende la preeminencia de su Señor en todas las cosas!

E. La relación de Cristo con la iglesia (1:18).
1. El mismo Cristo que es la imagen de Dios y preeminente en toda la creación es también LA CABEZA de la iglesia o sea del cuerpo del Señor.
2. En la iglesia Cristo tiene la autoridad suprema. Es la ÚNICA CABEZA de la iglesia (vea Mateo 28:18). El Nuevo Testamento ignora las ideas humanas que pretenden dar cierta autoridad a hombres (sean pastores, "papas", profetas, presidentes, obispos o quienes sean) sobre el pueblo de Dios. Bautizamos por la autoridad de Cristo, no por la autoridad de alguna organización religiosa y ciertamente no por nuestra propia autoridad. Todo lo que hacemos y decimos es por SU autoridad y para SU gloria (vea Colosenses 3:17). Los gnósticos del tiempo de Pablo y los religiosos de diferentes sectas de nuestro tiempo querían tomar para sí cierta autoridad y un puesto de superioridad. El apóstol Pablo deja bien claro para su tiempo y para el nuestro que Cristo y SOLO CRISTO tiene autoridad y superioridad en la iglesia, pues ella es SU cuerpo.
3. La Biblia sólo conoce UN CUERPO y UNA CABEZA.
4. Cristo es el principio de la iglesia - el primero de muchos hermanos (vea Romanos 8:29). La palabra en griego: arché también indica autoridad o poder (vea Lucas 20:20). Vea Apocalipsis 1:8,11.
5. Cristo es el primero en recibir la esperanza de la iglesia. Mediante Su preeminencia aún sobre la tumba y el Hades (Mateo 16:18,19; Hechos 2:24-36) la iglesia también tiene la esperanza de la victoria sobre el último enemigo: la muerte. ("el primogénito de entre los muertos")
a. Fue el primero que resucitó y no puede morir otra vez. Resucitó con Su cuerpo INMORTAL, aunque otros habían resucitado antes, pero no de la misma forma incorruptible (II Reyes 13:21; Juan 11).
b. Compare Hechos 26:23; 24:15; I Corintios 15:20, 23; Juan 5:28,29.
c. La muerte no tiene más poder sobre Él (Romanos 6:9; Apocalipsis 1:5,17,18).
d. Señala un tiempo en que todos van a ser resucitados (Juan 5:28,29; Hechos 24:15; I Corintios 15:22; Apocalipsis 20:14,15).
e. Aún en la muerte y entre los muertos Cristo tiene la preeminencia: EN TODO!
6. El concepto de la iglesia como "cuerpo" de Cristo señala varias relaciones de mucha importancia:
a. DESCRIBE LA RELACIÓN DE LA IGLESIA CON CRISTO:
(1) Bajo Su dirección y autoridad; ella sirve los propósitos de Cristo. Ella existe para ser usada por Él.
(2) Ella no puede existir sin Él. Y si no sigue Sus instrucciones no puede tener comunión con Él (II Juan 9).
(3) Cristo es su Sustentor y Salvador. Vea Efesios 1:22; 5:23.
b. DESCRIBE LA RELACIÓN DE LA IGLESIA ENTRE SÍ.
(1) Es un organismo vivo y complicado.
(2) Hay muchos miembros y todos son importantes.
(3) El cuerpo funciona bien solamente cuando cada miembro cumple su deber.
(4) Indica la necesidad de armonía, amor y unidad. Compare I Corintios 12:12-27; Romanos 12:4,5; I Corintios 10:17; Efesios 2:16; 4:4; Colosenses 3:15.
c. DESCRIBE LA RELACIÓN DE LA IGLESIA CON EL
MUNDO.
(1) El cuerpo es el instrumento por el cual la mente funciona en la vida. La mente puede proponer y planificar, pero estos propósitos y planes tienen que ser puestos en acción y esto es la función del cuerpo.
(2) La iglesia es el cuerpo por medio del cual Cristo trabaja en el mundo hoy en día. Si Cristo quiere algo cumplido aquí en la tierra, Él escoge a alguna persona o grupo de personas para hacer Su voluntad. Tal es la función de la iglesia, especialmente como instrumento de Cristo para la reconciliación del mundo con Dios. Vea Efesios 1:23; Colosenses 1:24; Romanos 10:14; Efesios 2:14,16; II Corintios 5:18-20.
(3) Si nosotros no funcionamos para cumplir los propósitos de Cristo en el mundo, Él no tiene otro plan.
F. Cristo es supremo por la voluntad de Dios (1:19,20).
1. La preeminencia de Cristo no es asunto de conflicto con el Padre Celestial. Cristo es Supremo porque tal posición es la voluntad del Padre. Todos los atributos de preeminencia que Cristo posee, los tiene por el placer de Dios Padre (vea I Corintios 15:23-28).
2. Agradó al Padre:
a. "que en él habitase toda plenitud" (1:19).
(1) En Su cuerpo habitase toda plenitud" (1:19). Deidad (Colosenses 2:9). Es Dios con nosotros plenamente. Agradó a Dios que todo lo que Dios Mismo es habitase entre los hombres en forma de hombre.
(2) En él habita la plenitud de gracia y verdad (Juan 1:14,16). La plenitud de lo que es la vida misma habita en Cristo. Agradó a Dios demostrarnos en Su vida lo que es la vida, la gracia y la verdad.
(3) Compare Efesios 3:19.
(4) "Plenitud" - nada le falta; no necesitamos más que Él porque Él es perfectamente completo y en Él nosotros también podemos ser completos. Compare Colosenses 1:28; 2:3. ¿Por qué buscar en la filosofía (como el gnosticismo) una perfección que Dios ya puso a nuestra disposición en Cristo. Si a Dios le agradó que en Cristo habitase toda plenitud, no hay duda que también le agrada que nosotros busquemos esta plenitud para todo en Cristo.
b. "por medio de él reconciliar consigo todas las cosas" (Colosenses 1:20).
(1) Otra verdad que da énfasis a la preeminencia de Cristo en todo.
(2) Es solamente por medio de Cristo y especialmente su sacrificio, Su sangre, que uno puede lograr la reconciliación con Dios (compare Romanos 6:3-8 para ver en qué momento Dios hace esta maravillosa obra por medio de la sangre de Cristo).
(3) Este texto no enseña la teoría FALSA del "universalismo" -o sea la salvación de todos sin necesidad de obedecer a Dios. Vea Marcos 9:43-48; Mateo 25:46; Apocalipsis 14:11 y 20:10,15. Dios QUIERE salvar a todos y ha hecho posible la reconciliación de todos los hombres consigo PERO depende de la sumisión de ellos a Su voluntad.

G. La Obra de Cristo (1:20-23).
1. La reconciliación de todas las cosas con Dios (1:20-22).
a. El pecado produce la rebeldía, la enemistad contra Dios. Nuestros pecados hacen división entre nosotros y Dios (Isaías 59:1,2).
b. La obra redentora de Cristo, Su sacrificio por nuestros pecados hace posible la paz entre nosotros y Dios porque la ira de Dios por nuestros pecados fue derramada sobre Su propio Hijo en la cruz (vea Isaías 53:4-6; Efesios 2:1-10; Romanos 5:1-11; II Corintios 5:18).
c. Efesios 2:11-22 enfoca otros aspectos de la obra de la reconciliación que Cristo realizó mediante Su sacrificio en la cruz.
Destruyó la barreras que antes dividían a hombres de diferentes razas y costumbres (como judíos y gentiles). También eliminó el conflicto de la ley mosaica con el hombre. El evangelio es llamado el evangelio de la paz, no como "la ley que nos era contraria", y que hacía imposible la paz y la amistad entre Dios y los hombres (vea Colosenses 2:14).
2. La santificación (1:22b).
a. La obra de Cristo en la vida de uno no termina al recibir el perdón de pecados pasados por medio del sacrificio de Cristo en el bautismo para perdón de los pecados. Él sigue obrando en nosotros para nuestra santificación.
b. El propósito de Cristo es recibirnos y presentarnos al Padre "santos y sin mancha e irreprensibles". Compare Efesios 5:26,27; Filipenses 1:6.
c. Nuestra parte en la santificación es la constancia (1:23).
d. Colosenses 3:1 - 4:6 presenta en más detalle esta obra de Cristo en nosotros y las expresiones prácticas de la santidad en la vida del cristiano.

H. Tres condiciones humanas relacionadas con la obra de Cristo (1:21,22).
1. La condición pasada: extraños y enemigos (1:21).
a. No nacimos así. Nuestras malas obras produjeron esta condición. Vea Isaías 53:6; Romanos 5:12.
b. La raíz del problema es "la mente". Éramos enemigos en nuestra MENTE. Nuestro modo de pensar tiene que ser cambiado.
c. "Extraños" - personas privadas de los derechos del ciudadano. Debido a nuestros pecados perdimos los derechos y privilegios que Dios originalmente había designado para los hombres.
d. "Enemigos" - el pecado es guerra contra Dios. Lamentablemente no entendemos muchas veces la seriedad de nuestros pecados (I Juan 3:4; Romanos 6:23; Santiago 4:4). Sin embargo Dios busca la paz con nosotros y nos atrae a Él mediante Su amor expresado especialmente en la muerte de Su Hijo por nosotros (Juan 3:16; Romanos 5:8-10).
2. La condición presente: reconciliados (1:22).
a. El sacrificio de Cristo hace posible la amistad con Dios o sea la reconciliación desde el punto de vista de Dios porque paga el precio por nuestros pecados y rebeliones.
b. Pero también desde el punto de vista del ser humano, también fue esencial la obra de amor de Cristo puesto que es esta manifestación de amor divino que atrae al hombre pecador, lo humilla y lo lleva a la obediencia al evangelio de Cristo (vea I Juan 4:19; Juan 12:32,33). Si el sacrificio del propio Hijo de Dios no puede causar el amor hacia Dios, nada lo hace. Vea II Corintios 5:19; Efesios 2:13-17.
3. La condición futura: santificados (1:22).
a. "Santos" = diferentes; apartados para algo especial.
(1) El templo fue santo porque fue un lugar diferente, y apartado para un uso especial.
(2) El día de reposo fue santo porque fue diferente y apartado para un propósito especial también.
(3) Dios es santo porque es diferente y apartado de las prácticas mundanas.
(4) Nosotros debemos ser diferentes y apartados para el servicio y la gloria de Dios (Tito 2:14). No salimos del mundo pero tampoco imitamos al mundo. Leudamos en vez de ser leudados. Vivimos por Cristo, con Cristo y en Cristo.
b. Se trata del proceso de crecimiento en la vida cristiana mediante el cual nos alejamos cada vez más de la vida del mundo.
c. "sin mancha"
(1) Como los sacrificios antiguos tenían que ser sin mancha.
(2) Una vida tan pura que puede ser ofrecida como sacrificio a Dios.
d. "irreprensible"
(1) Inocente
(2) Una vida contra la cual nadie puede alegar ni probar nada.
Justos en el Juicio Final por la sangre de Cristo.

I. El Cristo Preeminente Requiere de Nosotros: La Constancia (1:23).
1. El propósito de la reconciliación es LA SANTIDAD (1:22). La obligación del reconciliado es LA CONSTANCIA (1:23).
2. Compare Hebreos 4:14; 10:39.
3. Nos señala la posibilidad de perder lo que hemos recibido de Dios (Gálatas 5:4; Apocalipsis 2:10; Lucas 8:13,14).
4. Cosas que pueden movernos (Hebreos 2:1-4; Lucas 8:13,14).
a. Las persecuciones.
b. Las preocupaciones.
c. Las riquezas.
d. Los placeres.
e. La indiferencia.
5. Fíjese que el evangelio fue predicado en todo el mundo conocido en el primer siglo (relacione con Mateo 24:14).
En el libro de Colosenses Pablo enfrentó a los judaizantes, la secta contemporánea que más daño hacía en aquellos días. Ellos, al igual que otros sectarios, creían que la muerte de Cristo por sí sola no era suficiente para salvarnos y que era necesario añadirle algo más para obtenerla, o por lo menos para alcanzar la santificación personal. Desde el principio del libro, el apóstol trata de demostrar que no es así.
Antes que nada, agradecía la divina influencia que se manifestaba entre los miembros de la iglesia de Colosas (1:1–8) y pedía que el Espíritu Santo produjera en ellos sus frutos (1:9–12a).
Al final de su oración, les indicó que debían estar agradecidos por lo que el Padre había hecho por ellos; haciéndolo, se darían cuenta de la grandeza de su obra y aumentaría su reconocimiento de tan maravillosa provisión. Pablo señaló cuatro motivos específicos para dar gracias (1:12b–23).
Al meditar en ellos, debemos hacernos tres preguntas: ¿Quién los hace? ¿Cuándo? ¿Tienen algún fundamento en la ley? Al contestarlas, apreciaremos la grandeza del favor del Señor, quien gracias a su misericordia, intervino para solucionar los problemas que teníamos: habíamos sido despojados de nuestra herencia (1:12; Efesios 2:19), estábamos sujetos al dominio de la oscuridad (1:13; Efesios 2:1–3), éramos culpables del pecado (1:14; Efesios 2:13–16), y andábamos alejados de Dios (1:21; Efesios 2:12–13). En otras palabras, éramos sus enemigos, condenados por nuestras rebeliones. Sin embargo, él cambia todo esto dándonos una nueva posición, no basada en el legalismo, sino en su amor.
DIOS NOS CAPACITO PARA RECIBIR LA HERENCIA 1:12B
El primer aspecto de la obra de Dios es que nos hizo capaces de recibir parte de la herencia de su pueblo, la cual pertenece a los santos, a los que andan en la luz. ¿Quién realizó esta obra? Dios mismo. ¿Para quién lo hizo? Para nosotros, que no tuvimos que hacer nada ni teníamos derecho a reclamarla; éramos completamente indignos porque estaba reservada para gente santa. ¿Cuándo lo hizo? El pasaje no dice específicamente cuándo, pero indica que fue en el pasado. Se refiere a una obra consumada en otro tiempo.
No llenábamos los requisitos para compartir la heredad del pueblo escogido; la gozamos sólo porque él nos ha abierto una puerta de acceso. La descripción que Pablo emplea para definir este privilegio no quiere decir que seamos dignos, sino que hemos sido hechos aptos, competentes. El Padre Celestial nos ha dado el derecho a recibirla.
Antes estábamos alejados de la ciudadanía de Israel, ajenos a los pactos, y por lo tanto, éramos enemigos del pueblo de Dios. Sin embargo, por medio de Cristo somos coherederos y copartícipes con ellos (Efesios 3:6). Le damos gracias a Dios, no por la herencia que obtendremos, sino por habernos capacitado para recibirla. Es decir, debemos agradecer lo que ya ha hecho.
DIOS NOS LIBRO DEL DOMINIO DE LAS TINIEBLAS 1:13A
La segunda cosa que Dios ha realizado en nuestro favor es que nos libró del dominio de las tinieblas; él hizo todo. ¿Para quién? Para nosotros, los indignos, los dominados por ellas (Efesios 5:8, 11, 13; 6:12). ¿Cuándo? Otra vez se menciona como un hecho pretérito.
Pablo aclara la naturaleza de esta obra divina usando dos contrastes. Primero usa la figura de la luz y la oscuridad. Anteriormente, mencionó que la herencia era para quienes andaban en luz (1:12b). Pero nosotros no andábamos en ella, sino en tinieblas (1:13a).
El segundo contraste se refiere a los dos reinos en que nos movemos los humanos. Uno es el de tinieblas, donde la mayoría de la gente está bajo el dominio de Satanás, tal como nosotros. La segunda alternativa es el reino de luz, en que el amado Hijo de Dios gobierna.
En Lucas 22:52–53, Jesucristo hizo referencia al conflicto permanente que existe entre esas dos áreas de influencia y sabía quién controlaba la otra; era evidente que Satanás se oponía a su reino de luz. Aparentemente el poder demoníaco ganó en esos momentos, pero después esa victoria provocó su caída; tuvo su oportunidad, sin embargo, perdió la batalla. Ahora, gracias a la obra del Hijo de Dios, somos parte de su reino, compuesto de aquellos que lo reconocen y someten a su autoridad. El Señor nos ha librado del dominio de las tinieblas. Eramos esclavos de ellas, pero ahora hemos sido libertados; ya no tienen dominio sobre nosotros.
DIOS NOS TRASLADO AL REINO DE SU HIJO 1:13B–20
Pablo registra que, a través de la obra consumada por Cristo en la cruz, Dios nos hizo ciudadanos del reino de su Hijo amado (1:13b). Por eso, hemos dejado de ser enemigos y extranjeros, para ser parte del pueblo especial del Padre.
La palabra trasladar que Pablo utiliza en este caso, es empleada para referirse a un cambio de nacionalidad (Efesios 2:19; Filipenses 3:20). No entre límites territoriales, sino en lo espiritual, en el reino de Cristo que se encuentra en el corazón de quienes han confiado en él.
¿Cómo realizó Dios este cambio? Por medio de la redención, palabra que se usaba para referirse a la compra de un esclavo o prisionero de guerra en el mercado público después de pagar el precio estipulado (1:14). Sólo así podía conseguir su libertad.
En este caso, el aspecto más importante de nuestra redención es el perdón de pecados. En la Septuaginta, traducción del Antiguo Testamento del hebreo original al griego, la misma palabra se emplea para describir el año de jubileo, el año de libertad (Levítico 25:31). Perdonar significa librar al hombre de la deuda que tiene con Dios. En otras palabras, el Señor ha eliminado el obstáculo que existía para que fuéramos libres gracias al sacrificio de Cristo. Por eso debemos darle gracias.
Esa obra está completa. Por medio de ella, Dios nos ha capacitado para recibir la herencia de los santos en el reino futuro (1:12b), nos ha librado del poder de la oscuridad (13a), y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, quien pagó con su muerte el precio marcado para librarnos de la esclavitud de nuestras transgresiones (13b–14). Todo esto ya se ha logrado, ¿qué más nos falta? ¿Qué tiene la ley que ver en este proceso? ¿Por qué tratar de añadir algo más a esta provisión divina, como si dependiera de nosotros?
Esta referencia a la obra del Redentor animó a Pablo a explicar con más detenimiento los favores que había recibido de él y continúa con un resumen completo de la doctrina de la Cristología (1:14–23). En la siguiente sección de su carta, se observan los dos elementos teológicos más importantes sobre Jesucristo: ¿Quién es? y ¿qué hizo? Su propósito era que reconociéramos las bondades de Dios y recordáramos quién es su Hijo y el papel que tuvo en nuestra salvación.
Es interesante observar que varias sectas modernas utilizan este pasaje, cuyo objeto era exaltar a Cristo y darle la preeminencia en todo, para tratar de demostrar que Jesucristo no es Dios. El apóstol no intentaba limitar al Señor al hacer su descripción. Más bien, veremos al ir estudiando el texto, que deseaba demostrar que es Dios mismo y que él ha realizado todo por nosotros.
¿Quién es Cristo?
1. La imagen del Dios invisible 15a
Esta referencia demuestra su estrecha relación con Dios. La palabra imagen incluye dos conceptos:
a) Semejanza. Se usaba para referirse al proceso de fabricar monedas. El original se oprimía contra una sustancia suave como la cera. Después de endurecerse, esa copia se usaba de molde, el cual forzosamente tenía que reflejar el original.
b) Revelación. De la misma manera, Cristo manifiesta la naturaleza del Dios invisible (Juan 1:18). En el sentido estricto de la palabra, es la revelación exacta de se carácter.
2. El primogénito de la creación 15b
La segunda referencia tiene que ver con la relación que tiene el Hijo con la creación. Antes de examinar el significado de esta expresión, vale la pena hacer tres observaciones:
a) El propósito de Pablo era exaltar a Cristo. Ya mencionamos esto, pero lo repetimos aquí porque este punto es el más discutido. Parece extraño que algunos tomen esta descripción para decir que el Señor fue un hombre limitado, sin poseer parte de la naturaleza divina.
b) La palabra primogénito en el Nuevo Testamento nunca se usa para poner énfasis en génito, es decir, nacido, que indica que alguien nació, sino en primo que denota que la persona es la primera. Cristo lo es en la creación.
A la luz de estas observaciones, tenemos que preguntarnos: “¿Qué significa primogénito?” La palabra conlleva tres distintas acepciones, todas relacionadas con alguna cualidad del Señor:
i) Preexistencia. Ya existía antes de toda la creación.
ii) Superioridad. El es el primero; tiene preeminencia sobre todo.
iii) Herencia. Entre los israelitas, el primogénito heredaba todo lo que pertenecía al Padre. Por lo tanto, todo le pertenece.
La expresión siguiente explica la razón por la cual esto es posible: “Porque por él fueron creadas todas las cosas… todo fue creado por medio de él y para él”.
c) El uso de ese nombre no es para identificarlo con la creación, sino para distinguirlo de ella. Se trata de un contraste que demuestra que él es diferente a todo lo que Dios ha creado. El Padre lo ha nombrado número uno.
Tiene derechos y privilegios que nadie más puede obtener. Así que esta expresión en lugar de limitarlo, demuestra que Jesucristo existía antes de la creación, es número uno, administrador, representante y heredero del Padre, encargado de vigilar lo que le pertenece. Por lo tanto, es Señor de todo cuanto existe.
Todas las cosas se hicieron para él 16
Como Creador del universo, es su dueño. Lo que se hizo fue hecho por él y para él. Es evidente que el propósito de Pablo en este versículo es el de comprobar su superioridad sobre lo creado.
4. Es eterno 17
Aunque en este versículo no se habla categóricamente de la eternidad de Cristo, sí afirma que existió antes de todas las cosas. Es él quien las smantiene en su debido orden, incluyendo los cielos y la tierra, lo visible y lo invisible, tronos, dominios, principados y potestades. Sea lo que sea, Cristo existió antes de ello. Pablo lo quiere diferenciar de las cosas creadas.
5. Cabeza de la iglesia 18a
En cuanto a su relación con la iglesia, Cristo tiene autoridad sobre todo el pueblo de Dios porque es su soberano.
6. Es el principio 18b
Esta expresión hace énfasis en varios aspectos de su relación con el universo y la iglesia; él es eterno y tiene autoridad sobre ellos. Es la fuente de todo lo que existe. Otros pasajes afirman lo mismo al hablar de Dios y su Hijo, quien es el principio y el fin de todo (Apocalipsis 1:8, 11, 17; 22:13).
7. El primogénito de entre los muertos 18c
El fue el primero en resucitar. Por eso tiene autoridad sobre la muerte y los muertos, habiendo arrebatado a la muerte su victoria (1 Corintios 15:55).
8. Es preeminente en todo 18d
El propósito de todas estas verdades es demostrar que él es superior, que merece el primer lugar sobre todo el universo, las criaturas, el pueblo de Dios y nuestras vidas.
9. Todo lo que Dios es, está en él 19
La última descripción de Cristo es la más importante de todas. Sin embargo, no ha causado el impacto debido porque no la comprendemos. Es necesario tomar nota de que la expresión al Padre no se encuentra en el texto original; fue agregada por los traductores con el fin de aclarar el significado del versículo, pero lo ha hecho más difícil de interpretar.
La expresión central aquí es toda plenitud, que quiere decir totalidad o perfección. El verbo que sirve como raíz de esta palabra es estar completo o terminado. Literalmente, se refiere a lo completo o perfecto. Describe, en fin, la perfección del Padre.
Pablo afirma que esa totalidad decidió habitar en Jesucristo porque le agradó hacerlo así. En otras palabras, en base a esa explicación de Pablo, podemos decir que todo lo que Dios es, está en Cristo. No le falta nada.
Al reunir todas estas afirmaciones, debemos preguntarnos: “¿Qué otra persona puede ser todo lo que se dice acerca de Cristo aquí?” Unicamente Dios. Entonces, ¿Quién es Cristo? El es Dios mismo, revelado en forma visible a los hombres (Juan 1:1, 14, 18; Hebreos 1:8).
LA TOTALIDAD DE DIOS RESIDE EN JESUCRISTO
¿Qué ha hecho Cristo?
1. Nos redimió 14a
Pagó con su propia sangre el precio para conseguir nuestra libertad de la esclavitud del pecado.
2. Nos perdonó 14b
Fue también a costa de su vida que nuestro Señor Jesucristo logró que el Padre perdonara nuestras transgresiones. Solo así podía seguir siendo justo y perdonador a la vez (Romanos 3:24–26). De otra manera, tendría que haber demandado de nosotros el precio que nuestro pecado exigía, la muerte.
3. Creó todo 16
Todo lo que existe fue creado por Jesucristo. Lo que está en la tierra y en los cielos, visible o invisible. Aun las autoridades de toda clase, sean gobiernos humanos o espirituales, fueron hechos por él para su gloria.
4. Hace que la creación subsista 17
Después de haberla hecho, no la abandonó para que funcionara por sí misma, como si fuera un gran reloj al cual se le diera cuerda y se olvidara de él. El Señor sigue activo en el universo y lo sostiene. Podemos confiar en la continuidad de las reglas científicas de un siglo a otro precisamente porque sabemos que él está a cargo de ellas y están bajo su control. Según Pablo, esta tarea nunca fue encomendada a otra persona.
5. Dirige todo lo que ocurre a su pueblo 18
Tal como hace con el universo, rige en lo que sucede a su pueblo. El es la cabeza del cuerpo. La ciencia ha estudiado exhaustivamente el funcionamiento del cuerpo humano. La cabeza dirige todo. A través de los nervios, manda instrucciones a los distintos miembros del cuerpo; así es Cristo con la iglesia.
6. Reconcilió todas las cosas 20–22
Dios, por medio de Cristo, restauró la amistad y armonía entre él y el hombre que se había alejado por causa del pecado. Hizo la paz entre el Creador y el pecador por medio de su sangre. A través de él, el Padre proveyó el camino por el cual toda la creación puede alcanzar la paz.
La barrera que existía entre judíos y paganos fue eliminada por nuestro Salvador. Ambos pueblos pueden acercarse a Dios en Cristo. Además, permitió que personas de todas clases sociales, razas, naciones, sexos o religiones, pudieran estar en paz el uno con el otro. Al final de la historia, también la creación estará en paz gracias a su obra, y el león y la oveja morarán juntos en tranquilídad (Isaías 11:6–9).
7. Nos presentará al Padre siendo santos, sin mancha, e irrepresibles 22
Nuestro Señor Jesucristo ha hecho tanto a favor de nosotros que al llegar frente a Dios, seremos tal como él, sin ninguna falta, porque el Señor nos verá a través de su Hijo. ¿Qué más nos hace falta? Es a este punto al que Pablo nos quiere llevar: al reconocimiento de que no nos falta nada.
¡CRISTO HA HECHO TODO!
LA PREEMINENCIA DEL HIJO 1:14–23
Su Persona
¿Quién es?
Imagen de Dios
Número uno de la
creación
Dueño de todo
Eterno
Cabeza de la iglesia
Principio
Primogénito de los muertos
muertos
Preeminente
En él reside la totalidad
de Dios
Entonces: es Dios mismo
Su Obra
¿Qué ha hecho?
Nos redimió
Nos perdonó
Creó todo
Hace subsistir todo
Manda en la iglesia
Resucitó
Hizo paz entre Dios y su
creación
Nos presenta ante Dios
como santos, sin mancha e
irreprensibles
Entonces: él ha hecho todo
¡PENSEMOS!
Las religiones humanistas ponen en tela de duda las verdades que hemos considerado en este estudio. Las niegan en muchas maneras, incluyendo el uso equivocado de estos versículos. ¿Cómo respondería a alguien que dijera que la obra de Cristo es buena y que forma parte de nuestra salvación, pero que no es suficiente? ¿Podemos hacer algo para ganar el derecho de entrar al cielo? Si así fuera, ¿cómo lo lograríamos? ¿Qué diría Pablo al respecto? Utilice este pasaje para confirmar su respuesta.
DIOS NOS RECONCILIO POR LA MUERTE DE SU HIJO 21–23
La lista de motivos específicos por los cuales debemos dar gracias a Dios al pensar en lo que ha hecho a nuestro favor, concluye con la reconciliación, misma que se mencionó en el estudio que acabamos de considerar sobre la obra de Cristo. Juntamente con lo referente a la creación (v. 20), hemos sido reconciliados con el Señor por medio de la muerte de su Hijo.
Antes, al igual que los gentiles paganos, estábamos lejos, sin esperanza alguna, ni deseo de acercarnos al Padre. Nuestra actitud era hostil, de enemigos. Sin embargo, él demostró su amor para con nosotros mandando a Cristo para que muriera y nos reconciliara (Romanos 5:8). No lo merecíamos, pero a pesar nuestro, lo hizo. De manera que por haber confiado en Cristo tenemos esperanza de obtener la vida eterna y de ser considerados irreprensibles.
Al meditar en lo anterior, debemos ser agradecidos porque reconocemos que él hizo todo lo que necesitábamos. No nos falta nada.
DEBEMOS DARLE GRACIAS A DIOS
POR TODO LO QUE HA HECHO POR NOSOTROS
¡NO NOS FALTA NADA!
¡PENSEMOS!
Haga una lista de todo lo que Dios ha hecho a su favor. Incluya tanto la provisión espiritual como la temporal y material. Aparte algún tiempo para agradecérselo.
Parece raro que un pasaje dedicado a enseñar la seguridad absoluta que tenemos en la obra Cristo sin confiar en nuestros esfuerzos personales, sea utilizado con tanta frecuencia para introducir duda en cuanto a la seguridad de la salvación. El versículo 23 ha sido interpretado mal, pero, ¿cómo se debe entender?
Subraye las tres palabras claves: fe, esperanza y evangelio. Observe que no se mencionan obras aquí, la cuestión a tratar es la fe. Es legítimo preguntarnos, y la Biblia lo hace con frecuencia también: ¿vamos a permanecer en la fe? Tome nota de que esta permanencia depende de la fe; no de obras de ninguna clase. Así que nadie puede hacer algo para lograr la salvación; la única forma es por medio de la fe.
Tenemos que analizar la naturaleza de la condicional empleada por Pablo. Al decir si en verdad permanecéis…, utiliza una construcción gramatical en el idioma original que supone que sí lo harán. Se podría traducir: Ya que permanecéis… En otras palabras, está diciendo que Cristo nos presentará santos, sin mancha e irreprensibles, porque permanecemos fundados y firmes en la fe.
Esta afirmación concuerda con el mensaje de Juan en el sentido de que la persona que confía en Cristo, permanece en él; quien no lo hace, da testimonio de que nunca ha confiado de verdad (1 Juan 2:19). Estas son las buenas noticias: los que hemos creído en nuestro Salvador con sinceridad, permanecemos fundados y firmes en la fe, porque Dios ya ha hecho todo por nosotros.
Así que, ¿qué podríamos añadir? Debemos confiar en él, no como obra o mérito, sino en reconocimiento de la verdad, y alabarle por una salvación tan grande. Si él ha hecho todo, no hay por qué dudar ni tener miedo en cuanto al futuro.
El resto del libro se dedica a examinar las consecuencias lógicas de esta verdad:
Si Cristo es Dios… Si ha hecho todo y no nos falta nada, entonces, ¿qué nos toca hacer a nosotros? Analizaremos esto en los próximos capítulos.
¡PENSEMOS!
El evangelio verdaderamente nos trae buenas noticias. Piense en alguien que debe escuchar este mensaje, o pida a Dios que le señale una persona con quien hablar de Jesucristo. Pídale que él abra la puerta y que le dé la oportunidad de compartir estas buenas noticias esta semana
 












No hay comentarios:

https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html